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Todos los años, el último viernes del mes de noviembre la gente de todo el mundo se prepara para comprar caprichos con motivo de «ahorrar».
Sí, podemos poner ahorrar entre comillas ya que en muchos establecimientos llevan a cabo la estafa de la que cada vez más gente es consciente y que también hace que la gente esté más reacia a caer en los vicios consumistas de este día. Consiste en subir los precios de los productos que ofrece una marca los días previos al Black Friday de manera que en dicho día parezca que ha habido una bajada mucho más grande de los precios de lo que realmente ha sido.
Alrededor de finales del siglo XX se denotó este día como el «Buy Nothing Day» ya que incitaba al consumismo innecesario, irresponsable y excesivo.

Amazon, la gigante multinacional online, es una de las empresas que más beneficiadas salen de este día debido a que hacen unas ofertas bastante llamativas y a su extrema diversidad y variedad de productos y servicios ofrecidos.
Pero, sabiendo que incitamos al consumismo irresponsable, ¿nos vemos capaces de mirar hacia otro lado y aprovechar las efímeras rebajas de este día uniéndonos al bucle consumista creado por las empresas y continuado por los propios clientes?